Este domingo, con una temperatura impropia para el invierno, se nos ocurre de ciencia ficción que alguna vez nevara en Buenos Aires. Pero lo cierto que hace 16 años salimos a hacer culipatin en las barrancas de la General Paz.

Pero no era la primera vez, luego de 89 años, volvió a nevar en Buenos Aires. Alegría y regocijo, culipatín en la General Paz y hasta algún muñeco de nieve fueron por algunas horas la sorpresa para los bonaerenses que no estaban acostumbrados al paisaje de zonas de nieve como Bariloche, Los Penitentes o las laderas de los Andes eternos.

Las condiciones para que Buenos Aires llegue a reportar nieve son poco frecuentes. Se han registrado otros eventos de nieve leve o aguanieve, pero muy lejos de nevadas francas como las de 1918 o la de 2007. En primero lugar, hay que saber que los copos de nieve se forman especialmente dentro del segmento de la nube con temperaturas entre -10 °C y -20 °C.

«Buenos Aires tiene nieve por primera vez en 80 años«, dice en su portada el medio brasileño OGlobo.

El 9 de julio de 2007 quedará en la historia meteorológica de la ciudad de Buenos Aires como uno de los grandes hitos. Como corolario de un día particularmente frío, la ciudad asistió a una nevada que logró acumular en superficie, y que precipitó con grandes copos. La última nevada de estas características había ocurrido 89 años atrás, un 22 de junio de 1918.

Si el aire está muy frío, en lugar de nieve se desarrollan otros meteoros como por ejemplo el granizo blando o en algunos casos agujas de hielo. Además se necesita que haya la humedad suficiente para su formación, y que el perfil de temperatura hacia abajo se mantenga debajo de 0 °C hasta al menos muy cerca de la superficie. Tampoco deben aparecer zonas con menos humedad que destruyan los copos formados.

En el noreste de Buenos Aires este tipo de situaciones se dan, como en 2007, cuando sobre una gran masa de aire antártico una perturbación en altura aporte las condiciones de humedad y desarrollo de nubosidad necesaria. Si la componente del viento es marítima, es altamente probable que con mayor temperatura evite la formación de nieve. Para ello es necesario que el viento aporte frío desde el continente ayudando a mantener las bajas temperaturas.

Si se da la misma lógica, habría que esperar otros 89 años para la próxima nevada. ¿Será así?