
Lo que en principio parecía disruptivo, atrevido, desmañado y correctivo se fue tiñendo de patotero, alienado, mafioso, delincuente.

Como decía un viejo presentador “Todo tiene que ver con todo”, pero como no siempre asociamos el sombrero con la cabeza, tardamos en entender que fuimos estafados en todos los órdenes.
Y no nos dimos cuenta, pero las señales estaban. Aquel video donde Nestor Kirchner abrazaba la caja fuerte y decía “extasis”, preludiaba lo que desembocaría irremediablemente en el gobierno de Alberto Fernández y las pretensiones de Sergio Massa.
El estafador cuenta con la necesidad del estafado, su miseria, su ambición, su dolor. Las estafas religiosas se montan en el dolor físico y espiritual del incauto, la palabra adecuada alivia y cobra. El sistema ponzi estriba en la ambición de la víctima, cree que ganará mucho y al final pierde todo. El miserable o careciente cree que este político que viene a terminar con la casta será la solución y terminan perjudicados en su patrimonio, en su comercio, en su industria. Todos estafados.

Definen los libros jurídicos que cometen ESTAFA “los que, con ánimo de lucro, utilizaren engaño bastante para producir error en otro, induciéndolo a realizar un acto de disposición en perjuicio propio o ajeno.” La jueza Arroyo Salgado está investigando el patrimonio de los hermanos Milei.
Y no nos dimos cuenta, pero las señales estaban. Aquel video donde Nestor Kirchner abrazaba la caja fuerte y decía “extasis”, preludiaba lo que desembocaría irremediablemente en el gobierno de Alberto Fernández y las pretensiones de Sergio Massa. Muchos argentinos espantados comprendieron que había que “discontinuarlos”, ya no quedaban muchas expectativas Macri fue un dolor de testículos con aquella frase “puedo producir mucho daño”, con la pelea guerrillera de Patricia Bullrich contra Larreta y ese tercer lugar en las generales de octubre de 2023, la única opción para el agobiado argentino en “busca de su destino” fue Milei Presidente.
Esto es necesario recordarlo para no perder de vista lo que en realidad fue la génesis de este gobierno delincuente que intenta acabar con nuestro patrimonio y con nuestra dignidad.
Claro, los que actuan en la vida política de alguna manera, pueden disimular este gran error y buscar la alternativa de medrar con el evento. Pero ¿eso no es ser complice? Y para colmo de menor cuantía…

Mauricio Macri: «Tengo que estar tranquilo porque si me vuelvo loco les puedo hacer mucho daño» https://www.infobae.com/politica/2018/09/09/mauricio-macri-tengo-que-estar-tranquilo-porque-si-me-vuelvo-loco-les-puedo-hacer-mucho-dano/
Creímos en que se iba a terminar con la casta, cuando en realidad en la mente delincuencial de esta “muchachada” estaba la idea de “terminar con la competencia”, por eso nunca se expresó un plan de gobierno real, concreto. El periodismo obtenía respuestas como “las fuerzas del cielo”, “principio de revelación”, “dolarización”, “la culpa de la casta política”, “las ratas del Congreso”, “comunistas de mierda”, etc., pero no puede establecerse que Milei tuviera idea de cómo iba a solucionar el problema que decía enfrentar.

El armazón del gobierno se estructuró en base a personajes de la política ya conocidos y no por sus éxitos, alejando a quienes desde un principio de verdad creyeron en el cambio. Y se cubrieron cargos de relevante importancia con delincuentes como Kueider, Novelli, no dejemos afuera al renombrado Agustín Laje, etc.
La mafia se instaló en el gobierno con los CEOS de empresas multinacionales y el capo mafia, oculto como siempre, usó al “premio nobel” y su claque para hacer lo que nos está sucediendo, en medio de un panorama internacional no muy diferente.
El que venía a terminar con el Estado diciendo que “robaba”, está demostrando que efectivamente el Estado roba, transformó el estado de derecho en un estado mafioso.

A pesar de las voces que están alertando sobre las desgracias que se avecinan, se sigue creyendo que todo pasa por unas elecciones intermedias que acomodarán todo. ¿Cómo?
No puede haber prueba más contundente de que este gobierno es un gobierno de delincuentes que lo ocurrido el 14 de febrero a las 19 hs., cuando Javier Milei pone en marcha la estafa cripto más grande de la historia ejecutada por un presidente.

Y son cómplices los legisladores que buscan excusar lo actuado y sujetan a la investigación judicial que realizará un fiscal que tiene a sus parientes ocupando lugares en la administración del investigado. Muy dantesco, de sainete.
Que un periodista se preste a justificar al presidente en un reportaje de cuarta y que luego se rasgue las vestiduras para cobrar treinta dineros, como lo hizo Jonathan Viale, es una prueba de indignidad y de cómo opera el Estado mafioso.
No tienen que creer en estas palabras, producto quizá de la indignación, verifiquen todo lo actuado desde que este personaje Milei asumiera la presidencia de la Nación. El experto en hacer crecer la economía con o sin plata, que llena de dibujitos los libros que publica y que nadie entiende, que vino a dolarizar y cerrar el Banco Central, que dijo que el ajuste lo iba a pagar la casta y a los jubilados los salvaría, y tantas otras cosas que no solo no se cumplen, sino que se contradicen con lo que está haciendo en la realidad.

Los videos que acompañan la nota son suficientemente claros, no hace falta explicarlos, solo debemos prestarles atención. Ahora que las fuerzas del cielo no nos acompañan y los Macabeos se esconden detrás de un fusil lanzagranadas y de bastones largos, pero si prefiere que esté para que no vuelvan los K que Dios nos ayude.
Quien quiera oír que oiga…
(*) DR. MARIO OSCAR BUONO . Abogado./ Director Propietario de Prensa Regional On Line.- / Integró el cuerpo de abogados de Presidencia de La Nación (COMFER-AFSCA-ENACOM) (1989-2019) /Fue Vice Presidente Foro Municipal de Seguridad Ciudadana de Esteban Echeverría (2005-2007) / Fue Presidente ONG S.A.M.E.E. (2003-2007)/ Fue Coordinador DDHH Municipio Esteban Echeverria (2006-2007) / Presidente ASOCIACION CIVIL “LIBERTAD DEL CONOCIMIENTO” / Secretario del Partido “Unión Por Todos” Provincia de Buenos Aires.

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