El 25 de septiembre se celebra el Día Internacional de la Ataxia, fecha instituida e impulsada desde el 2001 por pacientes, familiares e instituciones de todo el mundo, con el objetivo de informar y concientizar a la población sobre esta enfermedad y así intentar ayudar a dar una mejor calidad de vida a las personas que la padecen.

Las ataxias constituyen un grupo de enfermedades en las que predomina una falla en la coordinación de los movimientos, generando dificultades motoras tales como pérdida de equilibrio, problemas en la marcha, movimientos torpes o afectando los movimientos de los ojos y la deglución.

Existe un gran número de causas de ataxias, tanto adquiridas a lo largo de la vida como hereditarias. Estas últimas se producen por defectos genéticos (alteraciones del ADN), habitualmente heredados de los padres.

El objetivo de esta celebración es promover y apoyar el papel fundamental que cumplen estos profesionales de la salud en la prevención de enfermedades, promoción de la salud y seguimiento de tratamientos.