El almirante Guillermo Brown nació el 22 de junio de 1777 en Foxford, Condado de Mayo, República de Irlanda, pero pronto emigró a Estados Unidos.

Siendo capitán mercante,  ejerció funciones en la marina británica. Llegó al Río de la Plata en los días de mayo de 1810 en compañía de Elizabeth Chitty, su joven esposa, con la que tuvo varios hijos, y se dedicó al comercio fluvial.

Producida la revolución en 1810, puso al servicio del gobierno patriota sus naves y desarrolló acciones corsarias contra los realistas que dominaban los ríos interiores. Su flota recibió el bautismo de fuego con la toma de la isla de Martín García. Después de otras acciones, su habilidad táctica y el magnetismo que ejercía ante sus hombres le permitieron obtener la gran victoria de Montevideo, el 17 de mayo de 1814, que provocó la inmediata toma de la ciudad. En recuerdo de esa jornada la Armada Argentina celebra su día.

Con su célebre fragata «Hércules», Brown fue nombrado comodoro de una flotilla de buques, uno de los cuales comandaba Hipólito Bouchard. Asediaron las costas del Pacífico, cañonearon la célebre fortaleza del Callao y atacaron Guayaquil, donde Brown fue apresado y luego liberado ante la amenaza de sus compañeros de destruir la ciudad.

Hipólito Bouchard

Fue nombrado gobernador provisorio de Buenos Aires tras la revolución del general Juan Lavalle en 1828, e intentó por todos los medios salvar del fusilamiento al primer mandatario provincial, coronel Manuel Dorrego. Al no conseguirlo volvió a Barracas pero fue llamado años más tarde para luchar contra la agresión de Francia y Gran Bretaña. Bloqueó Montevideo y venció repetidas veces a la flota uruguaya, aliada con ingleses y franceses, hasta que fue objeto de la toma de su pequeña escuadra.

Caído el gobierno de Juan Manuel de Rosas, lejos de ser perseguido como en otros casos, fue considerado una gloria viviente de la Independencia y mantenido en su condición de brigadier general (almirante).

Falleció el 3 de marzo de 1857, a los 80 años, en Buenos Aires (Barracas). Dijo Bartolomé Mitre en su despedida: «Brown en el sepulcro, simboliza con su nombre toda nuestra historia naval». Sus restos mortales se encuentran en el Cementerio de la Recoleta, en Buenos Aires.