El 8 de diciembre de 1829 el coronel Juan Manuel de Rosas es proclamado gobernador y capitán general de Buenos Aires.

Al respecto no dice Fernando Operé, en su trabajo “La Argentina de Rosas”, “Desde que Juan Manuel de Rosas aparece en la escena política hacia 1820, la vida en Argentina tuvo un color rosista. Su figura se incrustó en la vida pública y privada, y en el acontecer económico, cultural y político del país. Como resultado de ese espectacular protagonismo del caudillo bonaerense, su vida estuvo a expensas de las corrientes de opinión. Cada aspecto de su personalidad, cada característica familiar y hogareña, su trayectoria como estanciero y militar, sus decretos y acciones de político, fueron escudriñados, medidos, comentados, divulgados, unas veces a la luz de la experiencia personal de los narradores, otras, tergiversados por motivos ideológicos y partidistas. Nada escapó al ojo observador del escritor, intelectual, adversario político. Rosas fue el tema de conversaciones y tertulias. Su vida, hazañas, triunfos o fracasos, se divulgaron cantados, impresos, narrados y pronto adquirieron contornos fabulosos.”

De la biografía de quien fuera proclamado “Restaurador de la Leyes” podemos leer que nació el 30 de marzo de 1793 en una familia de antiguos estancieros y militares españoles.
Su linaje estuvo vinculado a un extenso tronco que arranca de la colonia, con ramificaciones en algunas de las familias de más abolengo en el Río de la Plata. Juan, José, Tomás y Nicolás Anchorena, sus primos segundos, pertenecían a una de las familias más ricas de la provincia bonaerense y con ellos unió Rosas su destino, participando conjuntamente en vastas empresas económicas y políticas.

Su nombre de pila es Juan Manuel José Domingo Ortiz de Rozas, apellido que compartía con diez hermanos de los veinte que su madre engendró. Por el anecdotario de Lucio V. Mansilla, su sobrino, sabemos que Rosas cambió su nombre por el de Juan Manuel de Rosas para protestar contra la autoridad materna. Su educación escolar fue breve y poco intensa y pronto prefirió las tareas del campo a las aulas del colegio. Rosas pasó la mayor parte de su juventud en las estancias familiares aprendiendo la vida del campo y las costumbres de gauchos e indios.
La historia, sus intereses patrióticos y comerciales lo llevaron a transcurrir por la política y transformarse en el hombre fuerte que signó por varias décadas el desarrollo local e internacional con grandes aciertos y profundos desaciertos.
Gobernó hasta el 17 de diciembre de 1832, cuando fue reemplazado por el general Juan Ramón Balcarce. Volvería al poder el 7 de marzo de 1835, pero eso es parte de otro capítulo de nuestra historia y algo más.

Comentarios recientes