Un día como hoy pero de 1989 – Llegan al país los restos de Juan Manuel de Rosas, hasta entonces enterrado en Southampton, Inglaterra.
El 30 de septiembre de 1989 los restos de Juan Manuel de Rosas regresaron al país. Había muerto en 1877 en Inglaterra donde adaptó, en el campo que alquilaba, los modos y costumbres de la pampa argentina. Vivió solo, condenado en su patria y al borde de la miseria.

El presidente Carlos Menem había anunciado que el principal cometido de su mandato sería la reconciliación nacional y el fin de las dicotomías que antaño asolaron el país, afirmando querer ser «el presidente de la Argentina de Rosas y de Sarmiento, de Mitre y de Facundo». Luego de los acontecimientos trágicos de la dictadura militar reciente, estos conceptos fueron como un bálsamo para un pueblo que ansiaba vivir en paz.
Con esta idea en mente, Menem dio el impulso definitivo al proyecto de repatriación de Rosas: el cuerpo sería extraído del cementerio de Southampton, colocado en un nuevo ataúd en Francia y transportado en avión a la Argentina.

Hubo planes para emplazar el féretro en la Catedral metropolitana de Buenos Aires, junto al de José de San Martín, pero una regulación papal de 1982 prohibía enterrar dentro de catedrales a personas que no fuesen papas, arzobispos y cardenales. El Comité Pro-Repatriación intentó en vano eludir la regulación y, como resultado, el ataúd terminó instalado en el cementerio de la Recoleta.
Los restos de Rosas fueron recibidos en Francia con las dignidades de un jefe de Estado: alfombra roja, honores militares completos y bandera a media asta. En la Argentina, el diario La Nación –fundado por Bartolomé Mitre– declaró que no se oponía a la repatriación,12 y el 30 de septiembre de 1989 tuvo lugar una gran procesión que contó con la presencia tanto de los descendientes de Rosas como de los de sus enemigos, quienes marcharon juntos en paz.
Era la Argentina de la reconciliación.

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