
En medio de las negociaciones diplomáticas, el dirigente radical Oscar Alende fustiga al entonces canciller Nicanor Costa Méndez por mencionar la posibilidad de una gestión conjunta de las islas entre Argentina y Gran Bretaña.
No hay guerra posible sin una buena actividad diplomática. Nicanor Costa Mendez, a la postre a cargo de la diplomacia argentina durante el conflicto, es sindicado como responsable de encaminar al gobierno de facto de Fortunato Galtieri a la derrota y permitir el perfeccionamiento de la ocupación inglesa de las islas.

No hay un secreto mejor guardado por parte de los grandes medios de comunicación argentinos de cualquier tendencia, en los 40 años de democracia, que los tremendos y lapidarios cargos que hizo contra el canciller Nicanor Costa Méndez el denominado Informe Rattenbach CLIC (CAERCAS – Comisión de Análisis y Evaluación de las Responsabilidades en el Conflicto del Atlántico Sur) señalándolo como uno de los principales responsables de la derrota militar en la Guerra de Malvinas de 1982.

Se podría decir qué según dicho informe, Costa Méndez, que había sido canciller durante la dictadura del Gral. Juan Carlos Onganía, no pegó una. Al haber arrastrado a la Junta Militar y al país todo a una aventura diplomática militar, con el plan “Ocupar para negociar”, en cual no se cumplieron ninguna de las premisas diplomáticas de las que era responsable el canciller Costa Méndez, que había sido educado en su niñez y adolescencia en Inglaterra.
La voz que se alza en esa época fue la de Oscar Eduardo Alende (Maipú, Buenos Aires, 6 de julio de 1909–22 de diciembre de 1996), conocido con el apodo de Bisonte, fue un médico y político argentino, perteneciente a la Unión Cívica Radical, Unión Cívica Radical Intransigente y Partido Intransigente, del que fue fundador.
En 1972 fundó el Partido Intransigente (PI) debido a que el gobierno militar le prohibió a la UCRI el uso del nombre. En 1973, como candidato a presidente por la Alianza Popular Revolucionaria, obtuvo el 7,4% de los votos.

Sus actividades políticas lo llevaron a batirse a duelo y a ser privado de su libertad en numerosas oportunidades. Sufrió atentados contra su vida en varias ocasiones.
Estuvo casado desde el 14 de diciembre de 1935 y hasta su fallecimiento con la señora Elena F. Vicario, matrimonio del que tuvo dos hijos: Jorge Oscar, abogado y Carlos Eduardo, médico. Le dieron seis nietos y, hasta su fallecimiento, tres bisnietos.

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