LOS QUERANDIES

Los primitivos pobladores de la actual zona de influencia de Buenos Aires fueron los indios Querandíes.

La llegada de los españoles a estas tierras no fue pacífica. Las batallas contra los habitantes del nuevo mundo dieron lugar a muchas leyendas y mitos.

El nombre de Querandíes fue dado, presuntamente, por los Guaraníes ya que en su dieta diaria consumían grasa de animal, significando «hombres o gente con grasa».

No se sabe, a ciencia cierta, cual es el origen de este pueblo. Físicamente, los indios Querandíes mostraban un hermoso físico, bien proporcionados, de elevada estatura y sumamente belicosos. Vestían un abrigo de cuero, similar al quillango; las mujeres también usaban una falda que cubría su cuerpo hasta las rodillas.

Según Samuel Lafone Quevedo la palabra querandí proviene del guaraní «quirã» (sebo o manteca) y «ndi» (sufijo copulativo: «con»), por lo que significaría que está gordo o que es rico en grasa o aceite, en una posible alusión a que en su dieta diaria consumían grasa animal.3 Para Manuel Ricardo Trelles provendría de la palabra guaraní carandaí (palma o palmera). Otros autores, como Eduardo Madero y Vicente Fidel López, le asignan origen quechua

De vida semi sedentaria, agrupaban sus toldos de cuero junto a las aguadas en las épocas de frío, y en verano hacían sus correrías o incursiones hacia el interior.

Eran buenos corredores -cazadores, con arco, flecha y boleadora cazaban perdices, venados, codornices y ñandúes-. Su industria era la alfarería.

Creían en un gran Dios al que llamaban Soychu, quien tenía un contendiente o espíritu del mal: Gualichu.

Con los españoles, adoptaron el caballo, generando un nuevo modo de vida. Si bien siguieron siendo nómades, pudieron ponerse en contacto con otros aborígenes.

En 1516, el español Juan de Solís desembarcó en las costas del Río de la Plata, pero los indígenas se resistieron a su intento de conquista y la expedición fracasó.

Los querandíes aparecen en las crónicas históricas en 1528 y son mencionados hasta la despoblación de la primera Buenos Aires en 1540. Vuelven a aparecer en las crónicas desde 1580 cuando fue refundada Buenos Aires y Juan de Garay realizó el repartimiento.

A la rivera del Mar Dulce se instala los primeros caseríos, pero eso será el contenido del Buenos Aires colonial en una próxima entrega.