No somos amigos de los largos títulos, pero no encontramos uno más corto. Además, se nos ocurre sugerente por donde se lo mire. Las palabras “Burro” y “Rata” son de las más usadas por el primer mandatario, junto, tal vez, a la palabra “libertad” que cada día pierde significado en el alambique de la realidad.

A nuestra redacción llegan notas de todo tipo y color, algunas más serias que otras y obligan, todas, a verificaciones a veces tortuosas. Pero perdidas en el fárrago de la política y la economía que, confesamos, nos preocupan verdaderamente sobre todo después de que el Indec informara el 52,9 % de pobreza y el 18,1 de indigencia, nos llegan informes y notas que si no fueran tan trágicas podrían conformar una galería de “notas de humor”.
Pero mucho gre gre para decir Gregorio, vayamos a la nota que nos moviliza empezando por el encabezado que el medio citado brinda.

Como se ve sin mayores comentarios la noticia no tiene segundas intensiones, es, digamos, lisa, llana, da cuenta de la necesidad de mejorar la especie para la utilización que el ejército da en zona de montaña a estos animales tan nobles y al mismo tiempo tan vilipendiados. Calificar de burro a alguien es una capiti diminutio para el burro.

Pero, nuestra maldad aflora inevitable, con tanto “burro” en el gobierno, que no aciertan a dar las respuestas que la gente necesita y por las que en noviembre 2023 votara a Milei, tener que importar burros de España, parece un chiste.

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