Escribre: Dr. Mario Oscar Buono (*)

Se dice que el 17 de octubre es el DIA DE LA LEALTAD PERONISTA. El término de lealtad expresa un sentimiento de respeto y fidelidad hacia una persona, compromiso, comunidad, organizaciones, principios morales, entre otros. El término lealtad proviene del latín “legalis” que significa “respeto a la ley”.

Cuando al Coronel Juan Domingo Perón lo llevan preso a la Isla Martín Garcia, los sectores de una Argentina en formación salieron a la calle a reclamar la liberación de su líder.

Así las crónicas cuentan que miles y miles de trabajadores se fueron concentrando en la Plaza de Mayo y amenazaron no irse hasta que liberen a Perón. 

Cerraba el día 17 de octubre cuando en el balcón de la casa de gobierno la figura de Perón asoma para agradecer e instar a ese pueblo reunido que volvieran a sus casas.

La simbología en política es fundamental para fijar ideas y conceptos. El peronismo está lleno de símbolos y frases simbólicas que sirvieron para mantener un compromiso con la memoria de Juan Domingo Perón, “el hombre del siglo” y con Eva Duarte de Perón “la abanderada de los humildes”.

Palabras, originariamente, despectivas fueron elevadas a la categoría de definitorias de clase. Así “grasita”, “descamisado”, integraron el discurso peronista para oponerlo a esos “distinguidos” que carecían de solidaridad y sentido de justicia.

Para Eva Perón, entonces, las “Expresiones como “mis grasitas”, “mis queridos descamisados” o “compañeras trabajadoras” irrumpieron en el discurso público, resultando disruptivas para la verba anquilosada de “la política de los políticos”. Además, corrieron el velo que invisibilizaba a trabajadores, mujeres, campesinos y marginados.”

Néstor Kirchner se centró en negar a Perón y Evita planteando la “Tranversalidad” que luego se completara con ese otro concepto “UNIDAD”, que sirviera para introducir a Gramsci, a Laclau, al PC, y hacer del peronismo una cueva de advenedizos que confunden y se confunden.

“Está claro por tanto que Perón consideraba entonces, casi tres meses después de la famosa concentración del 17 de octubre de 1945 en la Plaza de Mayo, que descamisados era palabra despectiva, y aceptaba que tenía un valor no tan diferente al de la voz chusma, que DRAE define, en su segunda acepción, como “conjunto de gente soez”.”

Para que estas palabras y otras que componen el acervo discursivo del peronismo, tengan sentido, se enlazan a esa otra que es la palabra “LEALTAD”. Sin lealtad son un insulto.

No vamos a agotar aquí el arco conceptual sobre el significado de “justicia social”; pero sin solidaridad y sin lealtad, puede ser cualquier cosa, inclusive, excusa para que algunos se enriquezcan a costa del empobrecimiento de los más. Principio que se aplica en las conocidas Organizaciones Sociales en las cuales sus dirigentes viven en Puerto Madero o Barrios Cerrados y en las villas se transitan miserias de todo tipo.

Es curioso que detrás de esta palabra, simbólica no solamente del peronismo sino del nacionalismo, se escondan irregularidades que deslegitiman cualquier intensión. Con la excusa de realineamientos estratégicos se entregan recursos escasos, se comprometa el futuro de la Nación y se regalan las riquezas mineras.

Parece que esta palabra, tan cara para el peronismo, sirven hoy para tapar todo tipo de corrupción.

La tercer bandera de ese peronismo fundacional, es “Independencia Económica”, que no significa solamente pertenecer a los BRICS, aplica a esa relación entre riquezas y producción que convive con un mundo cambiante.

No puede existir  independencia económica en una Argentina pauperizada exprofeso. En una Argentina en donde muy pocos “producen por lo menos lo que consumen”, mientras el negocio financiero es el único objetivo de las clases dirigentes, y millones son pobres aunque trabajen.

Entonces, para ubicar las palabras en el lugar correcto: LEALTAD, en realidad es lealtad a un recuerdo que fuera frustrado por años de infiltración, desviación ideológica y reconfiguración de conceptos. Para eso Néstor Kirchner se centró en negar a Perón y Evita planteando la “Tranversalidad” que luego se completara con ese otro concepto “UNIDAD”, que sirviera para introducir a Gramsci, a Laclau, al PC, y hacer del peronismo una cueva de advenedizos que confunden y se confunden. Esta misma UNIDAD a la que convocan desde un PJ desgastado que de ser herramienta del Gran Movimiento Nacional lo han transformado en un partidito liberal más con la única razón de poner candidatos que salven sus huesos en un Congreso también devaluado, en nombre de una LEALTAD que no pueden definir en términos peronistas.