

REVOLUCION DE MAYO
Un día como hoy pero de…1810 – En Buenos Aires tiene lugar la Revolución de Mayo.

Enterados en Buenos Aires que el Rey Fernando VII cayó ante las fuerzas napoleónicas y su trono ocupado por José Bonaparte (hermano de Napoleón), decidieron conformar un gobierno que reemplazara al Virrey Baltazar Cisneros.

Luego de varios días de intenso intentos de realizar un Cabildo Abierto (Semana de Mayo) el criterio de reemplazar al virrey se impuso.

En el Virreinato del Río de la Plata el comercio exterior era un monopolio de España y legalmente no se permitía el comercio con otras potencias. Esta situación era altamente desventajosa para Buenos Aires ya que la corona española minimizaba el envío de barcos rumbo a dicha ciudad. Esta decisión de la metrópoli se debía a que la piratería obligaba a enviar a los barcos de comercio con una fuerte escolta militar, y ya que Buenos Aires no contaba con recursos de oro ni de plata ni disponía de poblaciones indígenas establecidas de las cuales obtener recursos o someter al sistema de encomienda, enviar los convoyes de barcos a la ciudad era mucho menos rentable que si eran enviados a México o Lima. Dado que los productos que llegaban de la metrópoli eran escasos, caros e insuficientes para mantener a la población, tuvo lugar un gran desarrollo del contrabando, que era tolerado por la mayoría de los gobernantes locales.

En este contexto, con el apoyo del Regimiento de Patricios y del pueblo, se obtiene en Buenos Aires la dimisión del Virrey Cisneros y se establece la Primera Junta de Gobierno, presidida por Cornelio Saavedra, con Mariano Moreno y Juan José Paso como secretarios.

La Junta era un cuerpo plural que estaba integrada por nueve miembros. Desde el punto de vista de su lugar de nacimiento estaba integrada por representantes de dos continentes: siete de ellos eran americanos o criollos y dos españoles o peninsulares, estos últimos eran Matheu y Larrea. Desde el punto de vista social estaba conformada por representantes de cuatro sectores: cuatro abogados, Belgrano, Castelli, Moreno y Paso; dos militares, Saavedra y Azcuénaga; dos comerciantes, Larrea y Matheu; y un sacerdote, Alberti. Desde el punto de vista político, los tres partidos revolucionarios estaban representados por tres miembros cada uno: los moderados, Saavedra, Azcuénaga y Alberti; los carlotistas, Castelli, Belgrano y Paso; y los juntistas o alzaguistas, Matheu, Larrea y Moreno.
Para Gran Bretaña el cambio era favorable, ya que facilitaba el comercio con las ciudades de la zona sin que este se viera obstaculizado por el monopolio del mismo que España mantenía con sus colonias.

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