El transbordador espacial Challenger fue el segundo orbitador del programa de la NASA y el primero en desintegrarse en una misión. La explosión del Challenger ocurrió el 28 de enero de 1986, a los 73 segundos de su lanzamiento, y causó la muerte de los siete tripulantes.

73 segundos después del despegue el Challenger se desintegró a 14,6 kilómetros de altura, causando la muerte de los siete tripulantes. La investigación reveló que el accidente fue causado por un fallo en las juntas tóricas de los propulsores de combustible sólido.

La nave se desintegró sobre el océano Atlántico, frente a la costa del centro de Florida (Estados Unidos) a las 11:38 EST (16:38 UTC).3​ Ha sido calificado como el accidente más grave en la conquista del espacio.