El 19 de marzo 1982 – Guerra de las Malvinas: tropas argentinas desembarcan en las islas Georgias del Sur.

En septiembre de 1979, el empresario argentino Constantino Davidoff, director de la empresa Georgia del Sur S.A. y especializado en negocios con chatarra, firmó un contrato con la empresa Christian Salvensen Co. de Edimburgo, por el cual adquirió el derecho a retirar los restos de las antiguas instalaciones balleneras abandonadas en los puertos: Leith, Stromness y Husvik, en las islas Georgias del Sur.

Davidoff gestionó en la embajada británica en Buenos Aires el servicio del buque polar HMS Endurance con el fin de transportar a las islas el personal y equipos necesarios para desmantelar las instalaciones. Como los británicos no aceptaron el pedido de utilización del HMS Endurance, en agosto de 1981 Davidoff solicitó permiso al Ministerio de Relaciones Exteriores y a la Armada Argentina para contratar pasajes en las naves de transporte antártico. Sabiendo de la decisión del gobierno británico de retirar del servicio en el Atlántico Sur al HMS Endurance y previendo la posible evacuación de Grytviken, la Armada firmó un acuerdo con Davidoff que le permitía arribar a las islas al menos dos veces al año.

El 18 de marzo de 1982, el ARA Bahía Buen Suceso arribó a Puerto Leith desembarcando a los obreros de Davidoff y sus equipos, sin pasar por Grytviken como exigía el gobierno británico. En esa fecha, la única presencia británica en Puerto Leith era un equipo del British Antarctic Survey (BAS). El 19 de marzo 4 miembros del BAS que se dirigían a bahía Carlita descubrieron al ARA Bahía Buen Suceso descargando equipos en Puerto Leith, con la bandera argentina flameando. Se hallaban desembarcadas unas 100 personas y habían ocupado un refugio del BAS. El líder del equipo del BAS, Trevor Edwards, se dirigió al capitán Briatore para comunicarle que su presencia era ilegal y que debían pasar por Grytviken, luego dio aviso al magistrado británico en King Edward Point. El comandante principal del BAS en Grytviken, Steve Martin, envió un mensaje al gobernador Hunt, quien consultó con Londres. El comandante exigió la remoción de la bandera argentina y el reembarque de los obreros.

Este buque construido en los astilleros canadienses Halifax Limited, con 109 metros de eslora y 5.000 toneladas de desplazamiento estuvo casi desde el principio de su trayectoria ligado a la historia de Malvinas.
El 20 de marzo, la primera ministra británica Margaret Thatcher fue informada de lo sucedido. Como los argentinos no habían cumplido con las formalidades diplomáticas, el gobierno británico decidió intervenir en pequeña escala y el Ministerio de Relaciones Exteriores del Reino Unido (Foreign Office) ordenó el envió del HMS Endurance con el objetivo de obligar a los operarios a arriar la bandera y evitar el desembarco de personal.

El 23 de marzo, el Comandante del Grupo Naval Antártico,16 capitán de navío César Trombetta, al mando del ARA Bahía Paraíso que se hallaba en las Orcadas del Sur, recibió órdenes del Estado Mayor General Naval de dirigirse a máxima velocidad a las islas Georgias del Sur, con la misión de evitar el desalojo del grupo de obreros argentinos de Davidoff por parte del HMS Endurance, salido a tal efecto desde las islas Malvinas.
El resto de esta historia la contaremos el próximo 2 de abril.

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