Un día como hoy pero de 1980 – La Policía Bonaerense quema más de un millón y medio de libros del Centro Editor de América Latina (CEAL) en un baldío de Sarandí.
En la mañana del 30 de agosto de 1980 un grupo de camiones volcadores descargó 24 toneladas, un millón y medio de libros y fascículos del CEAL en el terreno baldío. Después, un grupo de policías los roció con nafta y los incendió. Además de los policías, estaba presente Boris Spivacow, fundador de la editorial.
La quema de libros es la práctica, generalmente promovida por autoridades políticas o religiosas, de destruir libros u otro material escrito; está vinculada al fanatismo ideológico y suele acompañar muchos conflictos bélicos. La práctica generalmente es pública y está motivada por objeciones morales, políticas o religiosas al material publicado.
La quema de libros fue una práctica frecuente durante la dictadura iniciada el 24 de marzo de 1976 que incluía un preciso mecanismo: selección, censura, secuestro y quema pública y masiva de ejemplares.
La quema de libros y la destrucción de bibliotecas tiene una larga historia. Podemos mencionar entre otros acontecimientos de quema de libros.
Chin Shih-huang (Qin Shi Huang, 259 – 210 a.C.) ordenó quemar todos los libros que existían en esa época, así como enterrar vivos a muchos académicos.
1) La quema de libros y asesinato de académicos en la China de Qin Shi Huang en el año 212 a. C.; muchos intelectuales que desobedecieron la orden fueron enterrados vivos.
2) Los libros de alquimia de la enciclopedia de Alejandría fueron quemados en 292 por el emperador Diocleciano.
3) En 1242, Luis IX de Francia mandó quemar veinticuatro carretas cargadas con ejemplares del Talmud judío en la plaza de Grève de París.
4) A finales del siglo XV se produjo en Florencia una importante quema de libros y obras artísticas de considerable valor, considerados todos ellos inmorales, en la llamada «Hoguera de las vanidades», promovida por Girolamo Savonarola.
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