El 3 de enero de 1833, la corbeta británica HMS Clío, bajo el mando del capitán James Onslow, se apoderó de las Islas Malvinas y expulsó a las autoridades y a parte de la población argentina:

El capitán británico intimó al comandante argentino, José María Pinedo, a arriar la bandera argentina y retirarse en 24 horas.

Pinedo no aceptó arriar la bandera, pero sí estuvo dispuesto a retirar sus fuerzas ante la superioridad militar británica.

Aquel acto de fuerza, contrario al derecho internacional de la época, marcaría un punto de quiebre fundamental en la historia de las Islas Malvinas y el vicio de origen de la posesión ilegal británica hasta la fecha.

La “Clio” llega a Malvinas y se dispone a dar el zarpazo final

Tras el ataque de la fragata estadounidense USS Lexington a Puerto Soledad en diciembre de 1831, las autoridades de Buenos Aires tomaron varias medidas para reconstruir y repoblar la colonia. Francisco Mestivier fue designado como nuevo comandante civil y militar interino y enviado a las Islas Malvinas. Además, se autorizó la remisión de mercaderías y nuevos empleados al emprendimiento comercial de Luis Vernet.

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En septiembre de 1832 partió del puerto de Buenos Aires la goleta Sarandí al mando del coronel José María Pinedo hacia las Islas Malvinas. Unos pocos días después arribó a Puerto Soledad donde envistió del cargo de Comandante a Mestivier y Pinedo continuó navegando para cumplimentar su misión de proteger el archipiélago controlando la explotación ilegal de los recursos en los espacios marítimos. La reconstrucción de la colonia tensó la relación entre Mestivier y sus subordinados y finalmente estalló una violenta sublevación en Puerto Soledad. Al regresar de su patrulla, el día 30 de diciembre Pinedo supo del incidente y del asesinato del comandante civil y militar interino. Al reducir a los amotinados, logró restablecer el orden en la colonia.

En septiembre de 1832 partió del puerto de Buenos Aires la goleta Sarandí al mando del coronel José María Pinedo hacia las Islas Malvinas.

Pinedo llegó el 31 de diciembre de su viaje de control por la zona del Estrecho de Magallanes, Tierra del Fuego y el resto de las Islas Malvinas, y restauró el orden en la colonia luego del motín que culminara con la muerte de Mestivier. El 2 de enero de 1833 se presentó en el puerto la Clío, que contaba con el apoyo de la corbeta Tyne, que se encontraba en las inmediaciones a las Islas Malvinas y poseía 28 cañones.

Onslow le informó entonces a Pinedo que tenía orden de tomar las Islas, izar el pabellón británico y que Pinedo debía arriar su pabellón en 24 horas y retirarse de las Islas bajo apercibimiento de hacerlo él mismo.

Las autoridades argentinas reaccionaron apenas conocida la noticia del acto de fuerza y expresaron su rechazo protestando diplomáticamente contra él.