Hace 68 años se registraba la temperatura más alta en Capital Federal. La cobertura periodística de la época, la experiencia de los porteños ante la peor ola de calor de la historia y otras curiosidades registradas por el Servicio Meteorológico Nacional.

Por entonces, los porteños tenían más posibilidades de refrescarse en las distintas playas municipales de la Ciudad en las costas del Río de la Plata, hoy cerradas por la contaminación reinante en las aguas que bañan la capital.

Las crónicas de la época cuentan que «En cien años no se había anotado la marca de ayer: 43,3°», fue el título del diario La Nación del día siguiente. «Desde las horas de la mañana fue posible prever que se tendría un día de bochorno. A las 9 la temperatura en vertiginoso ascenso llegaba a los 33,6° y dos horas más tarde sobrepasaba los 38 grados», expresaban las primeras oraciones de la cobertura del diario Clarín. También advertía que el viento de origen noroeste contribuyó para el crecimiento progresivo del calor.

El día histórico en el que la ciudad de Buenos Aires se transformó en un horno es más que aquellas simpáticas imágenes de gente acostada en la sombra y niños jugando bajo el chorro de agua. Dicha jornada dejó un total de once fallecidos y alrededor de una centena de personas que debieron ser asistidas por personal médico ya que sufrieron descompensaciones a raíz del calor.