«La valoro mucho porque es una gran persona que siempre trabajó en equipo, por su historia, sus ideales y por haber llevado adelante su trabajo y su familia con respeto, amor y pasión por igual», dijo Macri.

Uno de los argumentos de estos grupos de extraños terraplanistas, de los cuales en Argentina se escudan detrás de Milei, es la seguridad de que los humanos se dividen en machos y hembras, es decir masculinos y femeninos.

Antes de continuar conviene aclarar que significa “cultura woke” que tanto en boca del presidente Javier Milei como de sus acólitos Laje y Marquez (*) se repite para atacar a todo lo que no encaja en sus ideas. Así el término woke se convirtió en una de las palabras más frecuentemente usada en entornos políticos conservadores para atacar a lo que perciben como progresista, de tal manera que actualmente los usos más destacados de la palabra tienen lugar en un contexto despectivo, sin embargo la frase «stay woke» («mantente despierto») surgió en los Estados Unidos en la década de 1930. Al desarrollarse dentro del inglés afroestadounidense vernáculo, woke se refirió a una conciencia de los problemas sociales y políticos que afectan a los afroamericanos, especialmente los prejuicios raciales y la discriminación.

En este contexto los “libertarios originarios argentinos” tiran argumentos que puestos uno al lado del otro evidencian ser muy, pero muy, contradictorios. Entre ellos, para no ser demasiado extenso, es el de “ser libre” y no ser “homosexual”.

Nicolás Márquez opina que el homosexual es un enfermo y que debe curarse.  Esto que contradice lo que sostiene la ciencia, contradice, además, milenios de existencia humana, pero como argumento político en esto de “la batalla cultural” tiene efectos en el intento de Santiago Caputo de justificar un “gobierno totalitario” (**). Pero no es más que usar a las minorías para que otra minoría, la de ellos, maneje la cosa pública. El tan ponderado Elon Musk tiene hijos homosexuales.

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Pero el caso de Muzzio, es más escandaloso aún, muestra la decadencia de una clase de personajes que no trepidan en acomodar su osamenta a las conveniencias coyunturales que como el camaleón, inocente criatura, “cambia de colores según la ocasión” (Chico Novarro) porque hace pocos meses defendía la identidad de género y participaba de actos LGTB, esto provocó la bronca entre los legisladores del PRO y en el gobierno porteño, que le recordaron que participaba de actividades LGBT, escribía en inclusivo y festejaba que el Obelisco estuviera iluminado con los colores del arcoíris.

Entonces la “NOTICIA QUE ENOJA” es la que destaca esa actitud de quienes deben dar el ejemplo y guiar al pueblo, cuando usan cualquier excusa para posicionarse en esta “sociedad líquida” (Bauman) y justificar en aras de ese posicionamiento cualquier atropello a la dignidad del hombre que debe soportar la iniquidad de una moral de pacotilla.