El conjunto de las provincias que estaban adscritas a los gobiernos revolucionarios surgidos tras el triunfo de la Revolución de Mayo en Buenos Aires en 1810 que suplantaron al Virreinato del Río de la Plata.

Desde esos episodios hasta la declaración de la Independencia en 1816  en que se utilizó el nombre Provincias Unidas en Sud-América.

Las provincias que aún formaban parte de las Provincias Unidas cambiaron su nombre a Argentina con la constitución de 1826, con la Provincia Oriental y Tarija aún dentro de la unión. El término quedó en desuso con la independencia del Uruguay y el final de una larga etapa de anarquía y guerras civiles. Las trece provincias que todavía integraban esta unión entre 1831 y 1832 se agruparon en lo que se denomina Confederación Argentina; para entonces, la denominación de Provincias Unidas del Río de la Plata ya había sido abandonada.

La Ley de Capitalización de 1826 dispuso que la ciudad de Buenos Aires quedara bajo la jurisdicción del Estado Nacional, separándola de la provincia, que en el mismo acto dejó de existir como tal.

El presidente de las Provincias Unidas del Río de la Plata, Bernardino Rivadavia, en su discurso inaugural habló de la necesidad de que el lugar de residencia del Presidente y el Congreso estuviera bajo su exclusiva jurisdicción. El 9 de febrero de 1826 mandó al Congreso el proyecto de Ley de Capitalización, que fue aprobado el 4 de marzo. El gobernador de Buenos Aires, Juan Gregorio de Las Heras, intentó resistirse pero finalmente dejó el cargo pacíficamente.​

En julio del año siguiente, luego de la renuncia de Rivadavia al cargo de presidente, la provincia de Buenos Aires recobró su anterior entidad política.